ARRENDAMIENTO SIN CLÁUSULA DE ENTREGA NI PENALIDAD: EL PROBLEMA DESPUÉS DEL CONTRATO

Una empresa arrendó un local comercial a una persona natural para el funcionamiento de una sede. El contrato ya había sido firmado cuando la parte arrendadora pidió asesoría para asegurar la entrega futura del bien. Al revisar el documento, se comprobó que no se había pactado una cláusula clara sobre la obligación de devolver el inmueble en determinada fecha ni una penalidad por demora. Tampoco se fijó un mecanismo para verificar el estado de conservación del inmueble. Esto dejaba al arrendador sin herramientas eficaces ante una eventual retención indebida del bien. El riesgo no estaba en el uso actual del inmueble, sino en la falta de previsión para cuando llegara el momento de recuperarlo.

Se trataba de una omisión típica en contratos hechos sin proyección del cierre del vínculo contractual. El contrato tampoco incluía detalle del inventario, ni reglas sobre mejoras o modificaciones en el inmueble. Sin penalidad ni plazos definidos, la posibilidad de prolongaciones unilaterales quedaba abierta. A veces, lo que se omite en el contrato tiene más impacto que lo que se incluye.

Para evitar estos problemas, es crucial que los contratos de arrendamiento incluyan cláusulas detalladas que regulen tanto la entrega como las penalidades asociadas a su incumplimiento. Una adecuada asesoría legal desde el inicio permite identificar riesgos potenciales y prever escenarios futuros, garantizando así que ambas partes puedan hacer valer sus derechos de manera efectiva al finalizar la relación contractual. En el caso planteado, la incorporación de estas disposiciones habría brindado seguridad jurídica al arrendador y evitado los conflictos derivados de la falta de previsión.

En Iura Lex, entendemos la importancia de construir contratos sólidos y bien estructurados. Si necesitas asesoría para prevenir este tipo de riesgos, nuestro equipo está listo para ayudarte.