CÓMO REGULARIZAR UN INMUEBLE: GUÍA LEGAL PASO A PASO
Tener una propiedad no siempre significa que todo esté en orden. En el Perú, muchas personas viven en inmuebles que no están correctamente inscritos, tienen construcciones no declaradas o presentan problemas con los linderos o la titularidad. Estas situaciones pueden parecer menores hasta que se quiere vender, heredar o incluso pedir un crédito. Es ahí cuando todo se complica. Por eso, saber cómo regularizar un inmueble es fundamental para proteger tu propiedad y evitar futuros dolores de cabeza.
El primer paso es identificar qué tipo de irregularidad existe. Puede tratarse de una falta de inscripción en Registros Públicos, un error en el título de propiedad, una construcción no declarada ante la municipalidad o simplemente un plano desactualizado. En todos estos casos, lo mejor es contar con el respaldo de un abogado inmobiliario que te guíe en el proceso y te ayude a evitar errores que pueden costarte tiempo y dinero.
Regularizar no es simplemente «hacer un trámite». Implica verificar la información registral y municipal, recopilar documentos como partidas, planos, declaraciones juradas y, muchas veces, coordinar con ingenieros, notarios y funcionarios municipales. Cada inmueble tiene una situación particular, y un abogado inmobiliario puede armar una estrategia adaptada a tu caso.
En IURA LEX ABOGADOS, hemos ayudado a familias que querían vender su casa, pero no podían por falta de declaratoria de fábrica. También hemos asesorado a personas que heredaron propiedades sin inscribir o con errores antiguos en sus títulos. En todos los casos, el objetivo ha sido el mismo: lograr que el inmueble esté completamente en regla para que el cliente pueda disponer de él sin riesgos.
Si tienes dudas sobre el estado legal de tu propiedad o simplemente quieres poner todo en orden, no esperes a que aparezca un problema. En IURA LEX ABOGADOS, te acompañamos paso a paso en el proceso de regularización, con un enfoque claro, legal y realista. Porque cuando se trata de tu patrimonio, la tranquilidad no tiene precio.