Fraude tributario y aduanero: cómo prevenir multas y sanciones de SUNAT
En mi experiencia como abogado tributario y penal, uno de los problemas más frecuentes que enfrentan las empresas es el fraude tributario y aduanero. Muchos empresarios piensan que se trata solo de un detalle administrativo, pero la realidad es muy distinta: hablamos de conductas graves que pueden derivar en sanciones millonarias y hasta procesos penales.
He visto de cerca cómo una mala decisión contable, un “atajo” en las importaciones o una recomendación equivocada de un asesor poco preparado terminan poniendo en riesgo años de esfuerzo empresarial. No es exageración decir que un descuido puede costar la estabilidad de toda una compañía. La SUNAT tiene hoy sistemas de control cada vez más sofisticados, cruza información en tiempo real y puede detectar inconsistencias con facilidad.
¿Cómo se disfraza el Fraude Tributario y aduanero?
El fraude tributario y aduanero suele aparecer disfrazado de prácticas aparentemente pequeñas: facturas infladas o reducidas, declaraciones incompletas, subvaluación de mercancías, documentación alterada. El problema es que, una vez que la autoridad detecta un patrón, las consecuencias llegan con todo el peso de la ley. No se trata solo de multas o intereses: el procedimiento puede escalar a una denuncia penal que afecte la reputación personal y empresarial.
Por ello, insisto siempre en la importancia de la prevención. Tener una contabilidad clara, ordenada y respaldada con documentos reales no es una opción, es una obligación. Los contribuyentes que cumplen con transparencia no solo evitan sanciones, sino que además proyectan confianza en sus clientes, proveedores y socios estratégicos. En cambio, quienes creen que la evasión es un “ahorro” terminan pagando un costo mucho más alto.
Otro aspecto que nunca debemos subestimar es la asesoría especializada. Un abogado con experiencia en derecho tributario y penal puede marcar la diferencia entre una observación leve y un proceso complejo. He acompañado a clientes que, por consultar a tiempo, lograron resolver observaciones antes de que escalaran a investigaciones formales.
Si recibes una notificación de la SUNAT, lo peor que puedes hacer es ignorarla. Cada requerimiento tiene plazos estrictos, y responder de manera rápida y ordenada puede evitar sanciones graves. Mi consejo siempre es no esperar a que llegue un problema: la prevención cuesta menos que la defensa.
El fraude tributario y aduanero no solo amenaza con sanciones económicas, también compromete la imagen de tu empresa y la tranquilidad de tu vida profesional. Cumplir la ley es la mejor estrategia para crecer de forma sólida y sostenible.